Es muy probable que muchos de vosotros hayáis visto la película Amityville, la cual está basada en un hecho real. La vivienda se encuentra ubicada en el 112/108 de Ocean Avenue en la localidad de Amityville, Nueva York, en Estados Unidos. Se trata de una mansión de tipo colonial holandés de tres pisos y aspecto señorial, con fachada blanca y cubierta con tejas oscuras. Además, cuenta con un enorme jardín, una piscina y un embarcadero particular. En esta casa sucedió una tragedia que impactó muchísimo a la sociedad norteamericana, desatando los fenómenos paranormales que la han hecho famosa.
La masacre de Ocean Avenue
La casa de Amityville era habitada por Ronald DeFeo de 44 años, su esposa Louise de 43 y sus cinco hijos. Ronald Junior de 23 años, Dawn de 18, Allison de 13, Mark de 12 y Jhon de 9. Aquel fatídico 14 de noviembre de 1974, alrededor de las 3:15 de la madrugada, los miembros de la familia fueron asesinados. El autor del crimen había sido Ronald Junior, también conocido como Ronnie o Butch.
Los cadáveres aparecieron boca abajo con la cabeza reposando sobre uno de los brazos que a su vez estaban dispuestos en cruz. A todos les habían disparado por la espalda, excepto a Louise, que tenía una herida de bala en la cabeza.
Después de asesinar a su familia, Butch se deshizo de la ropa ensangrentada, la funda del fusil y las balas. Introdujo todo en una funda de almohada y lo arrojó en una alcantarilla. Posteriormente se dirigió al bar The Witche’s Brew para contarle a Joe Yeswit, el camarero, que su familia había sido asesinada. Butch y Joe corrieron hacia la casa y avisaron a la policía.
Desde el principio, Ronnie fue el principal sospechoso, ya que además de ser un joven conflictivo que coqueteaba con las drogas, había sido el único sobreviviente. Butch dio varias versiones para intentar librarse, sin embargo, las autoridades encontraron la funda de almohada. Durante el juicio afirmó que unas voces que había en la casa le habían ordenado asesinar a su familia y fue condenado a cadena perpetua.
Nunca hubo una explicación sólida de cómo Ronald pudo acabar con su familia sin que ningún vecino escuchara los disparos. Las víctimas no mostraron signos de haber sido drogados y según el forense los cuerpos no habían sido movidos. Incluso algunas hipótesis apuntan a que alguna mafia pudo estar involucrada.
Los nuevos inquilinos de la casa de Amityville
Tras el terrible episodio, la casa de Ocean Avenue en Amityville fue puesta en venta. El matrimonio formado por George y Kathy Lutz se encontraba en busca de una vivienda que se ajustara a sus necesidades. Así que acudieron a la Inmobiliaria Conkin y fue la agente Edith Evans quien les mostró la mansión de Amityville.
Cuando Evans informó al matrimonio que la mansión tenía un valor de 80,000 dólares, George muy sorprendido preguntó por la razón del bajo precio. Edith sin dilación les explicó que esa casa era el lugar donde habían matado a la familia DeFeo. Tras discutir brevemente el asunto con su esposa, el matrimonio accedió a comprar la vivienda. En ese momento George dijo a la agente: “Después de todo, los fantasmas no matan, las casas tampoco, solo matan las personas”.
Así fue como el 18 de diciembre de 1975, los Lutz se trasladaron a su nuevo hogar. La familia conformada por la pareja y los tres hijos del anterior matrimonio de Kathy, Christopher, Danny y Missy estaban muy ilusionados con su nueva vivienda. Pero la felicidad duraría poco, ya que en la casa vivirían sucesos aterradores que les hicieron abandonarla tan solo 28 días después de haberse mudado.
Las primeras manifestaciones
Los Lutz afirman que desde el primer día fueron víctimas de sucesos extraños en la vivienda. Esa primera jornada llamaron a un sacerdote católico, el padre Pecoraro para que bendijese la casa. En una de las habitaciones, el clérigo escuchó una siniestra voz que le decía ¡Fuera de aquí! Asustado, terminó de bendecir la morada y se marchó, rechazando la invitación de Kathy de quedarse a comer.
Al finalizar el día, George y Kathy acostaron a los niños y se quedaron en la sala de estar. Encendieron el fuego en la chimenea, ya que notaban un frío glacial, pese a que el termómetro marcaba una temperatura de 20º. Esa noche, George se despertó a las 3:15 de la madrugada porque escuchó un fuerte golpe en la puerta principal y a su perro Harry ladrando en el jardín. No le dio importancia y se fue a dormir.
La mañana siguiente, George seguía sintiendo ese mismo frío glacial, así que fue a comprobar que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas. Al entrar en el cuarto de costura, se encontró con un montón de moscas en la ventana, pese a que era invierno. Esa noche, volvió a despertarse sobresaltado a las 3:15 de la madrugada, al escuchar ruidos. Al ir a revisar vio que la puerta del cuarto de costura se abría y cerraba sola y la principal había sido forzada desde adentro. Arregló todo como pudo y volvió a la cama.
Jodie
Un día, Kathy observó que su hija Missy salía del cuarto de costura canturreando para después meterse en su habitación. La conducta de la niña hizo saltar las alertas en su madre, así que decidió observar que hacía. Al llegar a su habitación, la pequeña se sentó en la cama y mirando por la ventana dijo: “¿No es hermosa la nieve, Jodie?”
Kathy le preguntó con quien hablaba y la niña le respondió que con su amigo, un cerdito al que solo ella podía ver. Esa noche, George volvió a despertarse a las 3:15 de la madrugada sobresaltado por un ruido. Al levantarse vio las puertas de la caseta de botes abiertas y bajó a cerrarlas. Al volver, vio en la ventana de la habitación de Missy a la niña y detrás de ella a un enorme cerdo. Corrió hacia la recámara y allí no encontró nada y la niña dormía plácidamente.
Otra noche, George y Kathy se encontraban en la sala de estar hablando acerca de los sucesos que ocurrían en la casa. De repente, Kathy lanzó un grito de terror, cuando George miró hacia la ventana encontró unos horribles ojos rojos mirándole. Al salir de la casa para averiguar quién les observaba, pudo ver lo que parecían las pisadas de un enorme cerdo.
En otra ocasión que Missy estaba en su habitación hablando sola, Kathy pudo ver que la mecedora se movía sin nadie sentado en ella. Cuando le preguntó a su hija qué le había dicho Jodie, la niña le dijo que en ese cuarto vivió un niño que enfermó y murió. El pequeño quería que Missy se quedara para siempre con él. Al mirar por la ventana Kathy pudo ver un enorme cerdo afuera, George también lo vio y le arrojó una silla.
Terror en Amityville
En una ocasión, cuando George y Kathy estaban en la sala de estar, pudieron ver que en los ladrillos de la chimenea se imprimió un siniestro rostro. Una noche, los niños comenzaron a gritar, diciendo que un monstruo había estado en sus habitaciones. Cuando George fue a investigar, pudo ver una enorme figura blanca que llevaba una capucha y bajo esta, un rostro horrible.
Los olores nauseabundos, los sonidos inexplicables y las puertas que se abrían y cerraban solas eran frecuentes en la casa. En tres ocasiones George pudo contemplar horrorizado a su esposa levitando mientras dormía. Una de esas veces, ella tenía la apariencia de una anciana de 80 años. Las pesadillas también eran recurrentes en todos los miembros de la familia Lutz.
En otra ocasión, Jimmy, el hermano mayor de Kathy y su esposa Carey se quedaron a dormir en la casa. Esa noche, los gritos de Carey despertaron a los Lutz y ella les relató que en la silla junto a la cama había un niño. El pequeño le estaba tocando los pies y pidiéndole que se quedase con él.
Un día, Kathy fue a hacer las compras de navidad y al volver vio los baños de la casa cubiertos con una especie de limo negro. Preguntó a todos quien había ensuciado los baños y nadie lo había hecho. Pocos días antes de huir despavoridos de la casa, los Lutz vieron como de las paredes y las cerraduras de las puertas brotaba una extraña sustancia gelatinosa verde.
En busca de soluciones
En una ocasión, mientras George y Kathy acomodaban la compra en una alacena, notaron que había un tablón suelto. Al retirarlo descubrieron una pequeña habitación pintada de rojo, adentro, había una especie de pozo mal sellado del que salía un olor fétido. Posteriormente, supieron que Butch había sacrificado cerdos y otros animales en aquella estancia y depositado sus restos en el foso.
Buscando una solución a los fenómenos, los Lutz llamaron a una médium llamada Francine. Esta mujer pudo sentir como la casa estaba envuelta en energías muy negativas y nunca más quiso volver a la mansión de Amityville.
Tras haber fallado la médium, los Lutz decidieron intentar exorcizar la casa. Así que recorrieron la vivienda con un crucifijo y recitando oraciones. De repente, se escuchó un coro de voces que les gritó “¿Queréis parar?”.
Tras 28 días de estancia en la vivienda, los Lutz no aguantaron más y una noche cogieron unas cuantas pertenencias y huyeron despavoridos a casa de la madre de Kathy.
Un mes después de la huída de los Lutz, los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren acudieron a investigar la casa de Amityville. Durante la investigación, Lorraine pudo sentir una energía demoniaca muy fuerte. Ella mencionó que pudo ver los cuerpos de la familia DeFeo cubiertos por hojas blancas. Cuando Ed trató de exorcizar la casa, sufrió agresiones físicas, que consiguieron hacerle un poco de daño.
Según Los Warren, este caso ha sido el que más problemas les ha ocasionado y el más difícil de investigar. El equipo pudo obtener una fotografía en la que se aprecia a un niño pequeño mirando desde el segundo piso. La investigación concluyó, la casa fue puesta en venta y sus posteriores inquilinos negaron haber sufrido fenómenos sobrenaturales.
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